Esta práctica consistía en la toma de dos fotografías con iluminación diferenciada para un modelo masculino y una modelo femenina.
El retrato maculino está realizado en clave baja con una sola cabeza de flash con una parábola incorporada. Esto generará sombras duras que es una de las características del retrato masculino.
El retrato femenino está realizado en clave alta. El esquema de esta toma está compuesto por una cabeza de flash con una parábola iluminando el fondo para conseguir que éste sea blanco puro. A la modelo la iluminan dos cabezas de flash dotadas de dos ventanas grandes para que no se produzcan sombras duras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario